Su proximidad al puerto deportivo y comercial, así como al aeropuerto, convierte a Palma en una ciudad conectada y abierta al mundo, situándola a pocas horas de las principales capitales europeas, es un destino accesible al alcance de todos.

La belleza del casco antiguo de Palma reside en su legado histórico y cultural.  Perderse por sus callejuelas nos regala auténticas joyas arquitectónicas. Patios señoriales, templos religiosos, baños árabes y su majestuosa Catedral, hacen de Palma una ciudad más mágica todavía.

Las playas son uno de los atractivos más preciados de Mallorca, a tan solo unos minutos de Palma encontramos una de las playas más típicas de la postal mallorquina. De arena blanca y agua cristalina, Es Trenc es un paraíso natural protegido, sumergirse en sus aguas transparentes y pasear a lo largo de sus kilómetros de fina arena revitaliza cuerpo y mente.

La riqueza de esta encantadora ciudad reside en sus habitantes y turistas pero también en su amplia oferta de ocio, restauración y moda. El Born se convierte en pasarela de la capital mallorquina gracias a las prestigiosas marcas internacionales que desfilan por su ‘passeig’. A tan solo unos pasos, el ambiente cosmopolita de uno de los barrios de moda de Palma, Santa Catalina, cautiva, día y noche, a quienes consiguen evadirse entre sus calles, cultura gastronómica y boutiques del día a día de la ciudad.

Mallorca en particular, y las Baleares en general, poseen un clima cálido durante todo el año. En Palma y en su entorno encontrará las condiciones idóneas para realizar todo tipo de actividades deportivas y de ocio. Mientras en la mayor parte de los países europeos predominan las temperaturas invernales Mallorca cuenta con un clima excepcional durante su estación más fría del año convirtiendo Mallorca en un paraíso para sus residentes.